lunes, 26 de julio de 2010

Cómo curar una herida

He aquí una serie de pautas muy útiles para tener en cuenta en el desafortunado caso que halla que curar una herida. Siempre es bueno tener estos conocimientos presentes, ya que nunca se sabe cuando puede ocurrir un imprevisto de éstos. Es importante tener en cuenta que estos consejos son para heridas leves producidas en personas sin problemas de coagulación. Si se producen heridas demasiado profundas lo mejor es recurrir de forma urgente a un hospital.



  • En primer lugar, es importante lavarse bien las manos con agua y jabón antes de tocar la herida, ya que si se encuentran sucias pueden provocar infecciones. Si se dispone de guantes quirúrgicos no se debe dudar en usarlos y si no cuentan con ellos, es recomendable no tocar directamente la herida con los dedos.



  • Se debe lavar cuidadosamente la herida con agua y/o suero fisiológico.



  • Es aconsejable limpiar la herida con una gasa, ya que los pañuelos y algodones suelen dejar residuos difíciles de quitar.



  • Para limpiar correctamente la herida, lo aconsejable es hacerlo desde el interior de ella hacia la zona exterior. Hay que prestar mucha atención en no ser violentos al limpiar la herida porque puede provocar mucho dolor, pero sí se debe ser muy meticuloso en la limpieza para sacar todos los residuos que pudieran estar presentes.



  • Si la herida presenta un abundante sangrado, lo mejor es colocar una gasa por encima de ella y presionar. Se debe repetir esta operación con varias gasas limpias hasta que la herida no sangre más.



  • Una vez que la herida esté limpia, se debe aplicar en ella un antiséptico para evitar posibles infecciones.



  • Lo más recomendable es que la herida no sea tapada, ya que esto facilitará la cicatrización. Si el ambiente no permite que sea así, lo mejor es taparla con una gasa e ir cambiándola frecuentemente hasta que finalmente sane.


Imagen de primerosauxilios

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