miércoles, 3 de noviembre de 2010

Cirugía máxilo-facial ¿Cuándo sacar las muelas del juicio?

Un dolor intenso en las encías detrás del último molar es indicio de que algo está mal. Si bien todos los procesos eruptivos están acompañados de cierta sintomatología, una molestia exagerada o un aumento de volumen atrás de la última muela es motivo de consulta, ya que lo más probable es que esté relacionado con los terceros molares o muelas del juicio.

El doctor Julio Cifuentes, cirujano máxilo-facial de Clínica Alemana y director de la Escuela de Odontología de la Facultad de Medicina Clínica Alemana-Universidad del Desarrollo, explica que "la exodoncia (extracción) de los terceros molares está indicada cuando éstos provocan o tienen riesgo de desarrollar una patología asociada, o bien, cuando en la boca no hay lugar suficiente para posicionarse en la arcada dentaria".

Sin embargo, el especialista señala que es recomendable sacar las muelas del juicio, aunque si hay espacio para que se ubiquen pueden dejarse, siempre y cuando estén todas las condiciones para que el diente se desarrolle en forma normal. "A pesar de tener espacio, puede que erupcionen en mala posición, dificultando la higiene de los molares adyacentes o provocando problemas periodontales", enfatiza el experto.

Sacarlas antes o después de que salgan depende de la posición en que se encuentren y de la sintomatología que provoquen, aunque se aconseja hacerlo cuando están recién saliendo, o bien, cuando aún no se han asomado.

Complicaciones
El doctor Cifuentes señala que a pesar de ser una cirugía menor no está exenta de complicaciones y que por eso es muy importante que la realice un especialista, ya que es el único que está capacitado para prever y solucionar cualquier complejidad que pueda presentarse.
La principal complicación asociada a los molares del juicio es que pueden dar origen a una pericoronaritis, infección localizada del espacio que rodea el tercer molar, que si no se trata puede comprometer otros espacios de la cavidad oral, incluso, la cara y el cuello. Además, si se dan todas las condiciones para que se propague, puede comprometer el estado general del paciente poniendo en riesgo su salud.

Otras complicaciones son los cuadros de alveolitis (infección del alveolo después de la extracción), daño a estructuras nerviosas y, en un proceso infeccioso o inflamatorio, los linfonodos que drenan ese territorio se pueden ver comprometidos.

La cirugía se realiza con sedación endovenosa, ya que acorta el tiempo operatorio, por lo que la operación es menos traumática. Luego, entre una semana y diez días, se retiran los puntos.

Además, para evitar posibles complicaciones, es imprescindible seguir ciertos cuidados postoperatorios, sobre todo con la higiene bucal, como lavarse los dientes después de comer y usar enjuague bucal con una jeringa para limpiar la zona. Asimismo, se recomienda entre uno y dos días de reposo -dependiendo del paciente-; mantener una dieta blanda, por lo menos cinco días, y no hacer ejercicios durante un mes para evitar riesgos de fractura en la zona de la mandíbula.

Periodontitis: La importancia de un diagnóstico precoz

Desde sensibilidad dental y sangramiento de encías hasta mal aliento y la sensación de que los dientes están sueltos, son algunas de las manifestaciones de la periodontitis, enfermedad inflamatoria de origen infeccioso que afecta a los tejidos periodontales, es decir, encías, hueso y otras estructuras que le dan soporte al diente.

El odontólogo Eduardo Aguilera, periodoncista de Clínica Alemana, explica que "el origen de la periodontitis radica en el factor etiológico que es la placa bacteriana y, si bien las molestias no siempre son permanentes, la infección puede estar latente y destruir tejidos sin que la persona lo perciba, hasta que los síntomas se agudizan y ésta se ve obligada a consultar al odontólogo".

Según el American Academy of Periodontology, si no es detectada a tiempo, esta enfermedad avanza, los sacos periodontales se extienden y la placa penetra a zonas subgingivales hasta que el hueso que sostiene al diente se destruye. Eventualmente, la pieza se cae o necesita ser extraída.

La periodontitis se produce por gérmenes que normalmente habitan en la boca y que se mantienen en equilibrio gracias a una adecuada higiene bucal y a otros factores. "En ocasiones grupos bacterianos más agresivos colonizan la zona entre la encía y el diente, dando origen al saco periodontal debido a la destrucción de tejidos profundos. Este desequilibrio puede estar determinado por una mala higiene, predisposición familiar, tabaco, diabetes, cambios hormonales y estrés, entre otros factores", explica el especialista.

Además de considerar los antecedentes familiares y síntomas, se debe hacer un examen instrumental para evaluar el estado de los tejidos periodontales. Posteriormente, dependiendo de los resultados, se realiza un sondaje periodontal, es decir, mediciones de los defectos o sacos periodontales. Esto permite saber si existe daño a nivel óseo y el grado de compromiso, además de determinar el nivel de inflamación y supuración de la encía. Asimismo, se investigan las características anatómicas de la raíz y se complementa con un estudio radiográfico.
El odontólogo sostiene que el tratamiento depende de la gravedad de la enfermedad. "Si el paciente padece una periodontitis crónica se debe eliminar la infección y para eso es importante realizar un pulido radicular".

La mayoría de las veces este tipo de procedimiento es suficiente para quien tiene una periodontitis crónica, que es de progresión lenta y que se presenta, preferentemente, en la adultez.

Sin embargo, existen periodontitis más agresivas que se manifiestan en la adolescencia. "Esas patologías hay que tratarlas con pulido radicular, antibióticos y/o tratamientos quirúrgicos más profundos", sostiene el periodoncista.

Agrega que "el hueso que uno pierde, producto de la enfermedad periodontal, no se recupera, o en muy pequeña cantidad, por lo que es muy importante el diagnóstico y tratamiento precoz".

La idea del tratamiento es detener su avance -para que no se siga perdiendo hueso-, eliminar la infección y devolver la salud periodontal.
El especialista destaca que si bien es difícil prevenirla por completo ya que hay personas que son más vulnerables genéticamente, sí se pueden tomar medidas para disminuir el riesgo, tales como correctas técnicas de higiene, visitas periódicas al dentista y control de factores de riesgo.

Asimismo, los pacientes tratados deben estar en una terapia de apoyo o de mantención, es decir, controles periódicos para chequear que la enfermedad no se haya reactivado.
Factores de riesgo
- Tabaco
- Diabetes
- Estrés
- Ciertos medicamentos, tales como los antidepresivos y algunos de los indicados para el corazón, pueden afectar la salud bucal.
- Genética. Algunas personas son más propensas que otras a sufrir de la enfermedad periodontal severa.