jueves, 21 de octubre de 2010

Examinando la conexión boca-cuerpo

Desde hace mucho tiempo, los dentistas han tenido conocimiento sobre la fuerte relación entre la salud oral y salud general.

Por ejemplo, el tabaco, alcohol y drogas ilícitas afectan no solo la salud general, sino también la salud oral. Las personas que sufren de boca seca, ya sea debido a la edad, enfermedad o medicamentos, tienen mayor riesgo de caries dental. Y si usted tiene dolor oral o no puede comer adecuadamente, usted no obtiene la nutrición que su cuerpo necesita para permanecer saludable.

Con frecuencia, la boca se examina para diagnosticar, hacer una prognosis, tratar e intervenir en una gran cantidad de enfermedades. La salud oral debe ser considerada una parte importante de la salud general, pero los científicos aún estudian la cercanía de esta relación.

Por ejemplo, algunos investigadores han encontrado que la enfermedad periodontal está asociada con la enfermedad cardiovascular, infarto y neumonía bacteriana. Otra investigación ha encontrado que las mujeres embarazadas con enfermedad periodontal pueden encontrarse en mayor riesgo de dar a luz bebés prematuros, con bajo peso al nacer o ambas.

Aunque los informes sugieren que la enfermedad periodontal puede contribuir con estas afecciones, debe notarse que sólo porque las dos afecciones ocurren al mismo tiempo, una no necesariamente causa la otra.

Los científicos están analizando qué sucede cuando la enfermedad periodontal es tratada en personas que tienen otros problemas de salud. Dos afecciones que ocurren al mismo tiempo pueden ser causadas por un tercer factor. Las personas que fuman o beben alcohol se encuentran en mayor riesgo de padecer enfermedad periodontal y otras afecciones, tales como el cáncer oral.

¿Qué significa esto para los pacientes dentales? Dadael vínculo potencial entre la enfermedad periodontal y los problemas de salud sistémica, prevenir la enfermedad puede resultar siendo un paso importante en mantener la salud general. En la mayoría de los casos, esto puede hacerse con una buena higiene oral diaria (cepillado y uso de hilo dental) así como cuidados profesionales regulares.

Infórmele a su dentista acerca de los cambios en su salud oral, incluyendo enfermedad reciente o afecciones crónicas. Proporcione un historial de salud actualizado, incluyendo el uso de medicamentos, tanto prescritos como productos sin receta médica. Y si usted fuma, hable con su dentista acerca de las opciones para dejar de hacerlo.

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