lunes, 11 de octubre de 2010

Tratamientos para lograr una blanca sonrisa

A diferencia de hace algunos años, hoy todos pueden cumplir el sueño de lucir una dentadura blanca y brillante, gracias a una variada gama de opciones que permiten erradicar cualquier sombra de la sonrisa.

El odontólogo de Clínica Alemana doctor Iván Urzúa explica que las causas por las que se producen manchas o tinciones en los dientes pueden ser externas o internas. En el primer caso se debe al consumo de alimentos o productos que tiñen el esmalte, como el té, el café, el tabaco y el vino tinto, entre otros.

"También pueden ser consecuencia de traumatismos que provocan daño en la pulpa del diente, por donde pasan los vasos sanguíneos, lo que origina un oscurecimiento de la pieza", sostiene.

En tanto, dentro de las causas internas se encuentra la ingesta de antibióticos durante la etapa de formación de los dientes, es decir, antes de los 12 años; el exceso de flúor, y los tratamientos de endodoncia, que en ocasiones dejan algunas piezas más oscuras.

Asimismo, existen enfermedades hereditarias que pueden ser responsables de una dentadura más oscura, como la hipoplasia del esmalte, la dentinogénesis imperfecta y la eritoblastosis fetal.
En el caso de las causas externas, la principal forma de eliminar las tinciones es evitando los productos que las originan y asistiendo regularmente al odontólogo -aproximadamente cada seis meses- para someterse a limpiezas dentales.

En cambio, cuando se trata de causas internas sólo pueden corregirse con tratamientos más sofisticados como blanqueamiento, que es un proceso químico que va aclarando el color de los dientes. "El resultado de este procedimiento es variable, ya que hay casos en que se logra un gran cambio mientras que en otros la diferencia es más sutil", sostiene el especialista.




La principal técnica de blanqueamiento consiste en el uso de una placa con gel de peróxido de carbamida, con la que se debe permanecer dos horas diarias por un periodo que fluctúa entre 15 días o dos meses, dependiendo del origen del problema.

El efecto de este tratamiento dura entre uno y tres años, sin embargo, se puede repetir cada vez que se estime necesario. La ventaja de las segundas aplicaciones es que ya se dispone de la placa.



En casos más complejos, el blanqueamiento no es suficiente y debe ser complementado con una restauración dental. En ocasiones se utiliza el composite que es una pasta que se aplica en la zona afectada, reemplazando una mínima porción de la pieza. Este método suele ocuparse, por ejemplo, para cubrir las manchas blancas que producen los frenillos fijos en los dientes anteriores.

Otra alternativa, aunque mucho más radical, es la utilización de una carilla -lámina de porcelana que se adhiere al diente- o una corona, especie de funda que cubre toda la pieza.

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